Dadísmo

Surge en el contexto de la Primera Guerra Mundial, cuando muchos jóvenes se cuestionan la lógica de una cultura que permite conflictos de esta envergadura y ello los lleva a proponer soluciones que pasan por la irracionalidad, la intuición y la anarquía. El movimiento dadá implica una actitud más que un estilo, un planteamiento negativo y destructivo que propone la revisión de las tradiciones y convenciones artísticas existentes hasta entonces. Nace en la Suiza neutral en Zúrich, refugio de numerosos intelectuales y artistas, en las veladas poéticas del Cabaret Voltaire. Aquí Tzara,Ball y Arp, entre otros, eligen al azar en un diccionario el término dadá que carece de un significado especial y que supone la utilización de la burla como arma artística capaz de destruir los principios más arraigados.
Al tiempo en Nueva York, Picabia, Man Ray y Duchamp, crean un grupo que utiliza la provocación y la ironía de forma subversiva. En 1918 se unen a los europeos y el dadaísmo se extiende por toda Europa.

El Dadísmo deja de herencia el arte del siglo XX valores transcendentes, como es la importancia de la imaginación, el azar y el automatismo1 que recoge el surrealismo, y más adelante el expresionismo abstracto.



1 Término que consiste en la supresión del control racional en la composición de la obra, lo cual posibilita plena libertad en las asociación de imágenes y colores que se plasman directamente del subconsciente.